Balance 2016: Aún no me creo que haya aprendido tanto

Día 31 de Diciembre. Casi 15 días sin coger el ordenador para “trabajar” o conectarme a las redes sociales. Sé que he estado increíblemente desaparecida pero os lo prometo que lo necesitaba.

De hecho, comienzo escribiendo este post y os prometo que casi se me olvida como seguir el hilo con todo esto. Si fuera una persona más previsora debería haber dejado varios post y vídeos programados; pero me había propuesto desconectar de todo estas vacaciones y así lo he hecho.

Estos últimos meses estaban siendo una locura de trabajo; el trabajar 40h semanales como responsable del departamento técnico y de formación y después seguir con mi trabajo como freelance impartiendo clases de maquillaje, o realizando servicios de maquillaje y/o asesoría de imagen se estaba convirtiendo en una auténtica locura. Daba lugar a dormir 5 horas diarias y a trabajar todo el resto del día. Tanto es así que he tenido que dejar aplazado el libro de maquillaje que estaba escribiendo (os prometo que estoy en ello, ¡ya llevo 82 páginas escritas! pero aún así, es sólo una tercera parte de lo que quiero escribir), he dejado el deporte, el yoga… ¡mal! ¡fatal por mí!

Los meses de Enero y Febrero fueron bastante iguales. Rutina, clases de maquillaje, formaciones de cosmetología, etc… yo era la formadora Internacional de Anubis Cosmetics, pero en este período los viajes internacionales estaban bastante flojos así que en Febrero comencé a preparar los viajes y formaciones importantes que realizaría el mes de Marzo que ¡no era poco!

En Marzo me esperaba un viaje (bueno más bien dos) muy especiales para impartir varias formaciones a los médicos de Kiev (Ucrania) y Krasnodar (Rusia). No os explicaré toda la experiencia porque os hice todo un post sobre ello ¡que no fue poca broma! Pero de ahí saco sin duda uno de los momentos más importantes en toda mi carrera profesional gracias a la felicitación que enviaron desde Rusia a mi jefe felicitándome por el trabajo que realicé y el enorme placer que fue conocerme. ¡Guau! De verdad que era todo un reto para mí. Había hecho ya otras formaciones en inglés, otras formaciones a médicos, pero ¿formaciones a médicos en inglés? Fue todo un reto que sin duda conseguí superar y me ha servido para crecer exponencialmente como una mucho mejor preparada profesional en el mundo de la docencia. Gracias Yuri y Elena por vuestras palabras de todo corazón:

Please accept our huge gratitude for giving the opportunity to meet and work with such a great specialist as Barbara is.

She was very helpful with our doctors (she can tell how many questions they’ve asked her), with consultations with clients, and no doubt, she held the even in perfect way.

Que traducido sería:

“Por favor, acepta nuestra enorme gratitud por darnos la oportunidad de conocer y trabajar con tal profesional como es Barbara. 

Fue de una gran ayuda para nuestros doctores (ella puede decirte cuantas preguntas le hicieron), con consultas, con clientes, y sin duda ella se mantuvo de una manera perfecta”

De ese viaje a pesar de llevarme un gran susto en el camino de vuelta y pasar las 24h peores horas de mi vida de aeropuerto en aeropuerto (tenéis todo en el post) sin duda me llevo las grandísimas personas que conocí, las que después de terminar la formación tuvieron cada una de ellas unas palabras para mí (las cuales mis reacciones llegaban con efectos retardados porque me hablaban en ruso y después la traductora me lo traducía en inglés) y me hicieron llorar de emoción, los momentos divertidos en los que me hicieron bailar canciones típicas rusas y ellos tenían que bailar canciones típicas españolas, en definitiva ¿y por qué no? lo orgullosa que me sentí de mi misma. Ese no fue mi único gran reto profesional del 2016, sino que tuve un segundo gran reto justo al siguiente mes.

En abril se celebraba el 3er Congreso Científico de Estética en la feria de EXPOCOSMÉTICA en Oporto, Portugal. Adoro esa ciudad, cuando trabajaba con Anubis viajaba mucho a Porto de Gaia (Oporto) para realizar las formaciones a nuestros profesionales de allí. Siempre me trataron con mucho cariño y además la comida estaba ¡tan buena! recuerdo que me llevaron a comer el mejor sushi que he probado nunca.

Mis nervios vinieron cuando me enfrentaba a algo nuevo. Ser una de las ponentes en el congreso científico para hablar de los péptidos biomiméticos y de los avances que habíamos hecho en laboratorio frente a miles de personas. ¿En serio? ¿Yo? Ya os conté en el vídeo de cómo perseguir vuestros sueños lo empollona que siempre había sido y lo mucho que me gustaba estudiar. Así que me puse manos a la obra, comencé a estudiar los estudios y la presentación junto a mi querida María (la que era mi directora técnica) y terminé la ponencia en Portugal con mi vocecita interior pensando “¡toma ya! ¡lo has vuelto a conseguir! ¡eres imparable!”. Y además, ¿a quién no le hace ilusión ver su nombre en la revista del congreso?

Después de la ponencia en el congreso de Portugal pensé en todo lo que había conseguido y todo lo que me quedaba por conseguir. Quería seguir avanzando en mi carrera profesional y sabía que a pesar de todo lo que había aprendido en Anubis, necesitaba algo más. Desde aquí os envío un abrazo gigante a todos los que me apoyasteis y siempre creísteis en mí. A Josep María (hijo y padre), siempre creísteis en mi y me apoyasteis así que os estoy enormemente agradecida; a María, mi adorada María todo mi ejemplo a seguir y siempre estarás en un huequecito de mi corazón; Marisol, mi querida compañera que aunque a veces te juro que te quería matar por lo de quicio que me sacabas luego lo compensabas con tu gran corazón y todas tus locuras <3; incluso a Montserrat, que poco coincidí con ella pero se nota que es una mujer llena de cariño que incluso me hizo una carta de recomendación ¡preciosa!. Y sin duda a todos los demás compañeros y compañeras que sois ¡una maravilla! desde luego que había muy buena gente.

En el mismo mes de abril comencé en otra empresa de cosmética profesional pero con un cargo superior. Era la nueva responsable del departamento técnico y de formación. Os prometo que mi vida después de Anubis era querer volver como autónoma, pero la verdad que sabía todo lo que podría aprender aquí que no me lo pensé dos veces. Sin duda meses después me doy cuenta de todo lo que he aprendido y continúo aprendiendo a diario como una mejor profesional tanto preparando las formaciones y los másters como estar mucho más metida con todo el proceso de la creación y elaboración de todos los cosméticos. Antes mi trabajo era formar una vez el producto estaba terminado, ahora tengo la posibilidad de testarlo, ver de que forma lo podemos mejorar, como hacer que podamos sacar mayor rendimiento de los tratamientos, etc. Todo un aprendizaje.

En mayo las cosas cambiaron bastante. Después de todo ese vértigo de emociones laborales, era hora de hacer un parón y ver qué estaba pasando por mi vida. No he hablado de ello hasta ahora de forma “pública” pero pienso que puede ser todo un mensaje de superación para muchas que estéis pasando por lo que yo pasé. Muchas veces el amor no es suficiente; si no se cuida, se gasta y se termina gastando mucho antes si esa persona no te apoya en conseguir tus sueños y tus metas. Por lo que era hora de tomar caminos separados. Y ¿sabéis una cosa? fue lo mejor que podíamos hacer. No recuerdo si fue en el libro de El mago Moore o el de Rafael Santandreu, pero hubo una frase que se me quedó grabada y siempre me repito cuando pienso que algo ha salido mal. No os preguntéis porque ha salido mal, sino ¿qué podéis aprender de ello? Eso fue exactamente lo que hice yo.

Nos plantamos en junio y con la mente renovada y pilas cargadas. Yo ya tenía muy claro lo que había aprendido de todo ello. Había aprendido que nadie debe pararme en algo que desee conseguir y mucho menos si es mi sueño. Que si alguien te ama, siempre va a querer que tú seas feliz y compartir esa felicidad contigo. En el amor no hay egoísmos, se trata de compartir la vida el uno con el otro y complementarse para que esa relación sea un 1+1. Aprendí que debía dedicarme más tiempo a mi misma, a encontrarme, a “coger el toro por los cuernos” y a luchar por lo que siempre había querido. Estaba lista para dar mi último paso en mi carrera profesional. Además todo eso me sirvió para darme muchas más fuerzas y demostrarme a mí misma que yo podía con todo y que lo iba a conseguir.

Decidí que después de haber estudiado estética, maquillaje y peluquería sólo me quedaba estudiar moda. Por lo que decidí apuntarme a un curso intensivo de asesoría de imagen y personal shopper en Piluka de Echegaray. Miré muy bien donde me apuntaba ya que para mí es esencial que compartan mi misma filosofía de “no disfrazar” a las personas y ser fieles a su esencia. No podría haberme apuntado a un sitio mejor. Piluka de Echegaray además de ser asesora de imagen, es coach emocional, por lo que parte de las asignaturas fueron de PNL, rapport y algunas cosas de coaching emocional. Os prometo que contrataría a Piluka para que sea mi coach si no fuera tan liada con todos sus clientes, pero crecí tantísitimo en ese curso… ya no sólo personalmente sino también profesionalmente. Amé tanto el coach que desde ya os digo que una de mis metas este 2017 es hacer un master de coaching personal o PNL sin falta.

Me dediqué el verano a seguir trabajando como responsable de formación a 40h, curso de asesoría de imagen, gimnasio, yoga y por su puesto seguía como freelance.

El mes de agosto pude descansar bastante. Así como de la noche a la mañana, me lié a la aventura de la carretera y realicé un señor viaje por Francia, Suiza y Alemania para llegar a la Selva Negra. A pesar de que no descansé viendo paisajes, monumentos, conociendo gente diferente, observando lo caro que es Suiza y lo amables que eran los alemanes (de verdad lo son, al menos en la zona de la Selva Negra), tuve la oportunidad de descansar los siguientes días para coger fuerzas para lo que se avecinaba.

Volvía septiembre y con ello el trabajo. Se me acumularon las clases, mi trabajo de 40h, los eventos, el blog, el canal… era imposible… así que dejé el gimnasio y el yoga (¡que fatal por mi parte!). Mi “alergia” en la piel cada vez iba a peor, (a día de hoy a finales de diciembre siguen sin saber qué es), tanta cantidad de trabajo comenzaba a abordarme. Así que como no tenía el suficiente trabajo, decidí comenzar a escribir mi libro. Toda yo muy organizada, dejé de coger a clientas durante 2 meses (lo quería terminar para diciembre) y los primeros días iban muy bien. Incluso me hice un calendario con los temas que tenía que escribir, pero sentía que necesitaba desconectar porque ya no me inspiraba. Habían clientas me pedían cita o clases y tenía que decirles que no para poder acabar el libro, por lo que ya no pensaba con claridad. Cada vez que me ponía a escribir me invadía el sentimiento de culpa. Así que decidí posponerlo e irlo escribiendo poco a poco.

Así que eso nos trae aquí. Querido diciembre. Con un libro a medias (marcado por terminar en el 2017), casi 15 días de auténtica desconexión donde no ha sido nada agradable mi imagen de en la cama hinchándome a ver series y comiendo dulces como si no hubiera mañana (gracias a mi constitución no estoy engordando pero esto no puede ser nada sano). Pero os juro que están siendo unos días de relax increíbles donde hacía mucho tiempo que no me sentía así de bien.

Estos dos últimos días he estado repasando mis objetivos conseguidos este 2016 (¡que no han sido pocos!), haciendo la lista de los próximos en el 2017 (entre los que seguro que está el volver al gimnasio + yoga y ser mucho más organizada), retomar los servicios y clases (muchas de vosotras ya habéis reservado para enero) y quiero conseguir sin duda poder planificarme mejor y que no se me vuelque todo el trabajo encima de nuevo.

Voy a por un nuevo objetivo en mi vida que espero cumplir en el 2018 y del que sin duda hará que haya un antes y un después en mi vida.

Demasiado escrito y pensando que ninguna de vosotras llegaréis hasta el final, os deseo ¡un feliz año nuevo! y de todo corazón que todos vuestros deseos se cumplan.

Sin duda los objetivos que me creé en el 2015 para el 2016 eran totalmente diferentes, pero os prometo que no me arrepiento. Y que gracias a todo lo que me ha pasado en este año sé que estoy en el camino correcto para conseguir sin duda mis objetivos del 2017.

Y vosotras, ¿ya habéis hecho vuestra lista de objetivos del 2017?

Un abrazo bien grande

Compártelo si puede ser interesante para tus amigos